Hoy somos testigos de cómo el teatro ha dejado de ser la única ventana en donde la sociedad puede verse y reflexionar sobre los hechos de su tiempo, otros medios se han apoderado de una función que antes le pertenecía casi en exclusividad a nuestra disciplina, y si a esto le añadimos su escaso poder de convocatoria, podemos concluir que sus efectos quedan en la mayoría de los casos, como algo anecdótico y puntual. Desde estas perspectivas, se nos hace urgente construir discursos críticos acerca de la finalidad, alcance y utilidad del Arte y el rol de los artistas en las sociedades contemporáneas, en particular el teatro.
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